martes, 23 de febrero de 2010

LISBOA STORY

Bien, aunque he de reconocer que no sé muy bien por donde abordar esto, comenzaré.
Empiezo por las experiencias perceptivas que he tenido en la película:
En un primer momento la película se inicie en colores claros, brillantes y nos da además una idea de dinamismo. Pero pronto esta impresión varía ya que el escenario se tiñe de azules y grises lo que personalmente me produce una sensación de melancolía además de una cierta inquietud. La forma en la que aparece tan solo el morro del coche al comienzo nos hace parecer que somos nosotros mismos los que vamos dentro del automovil, siendo más que simples espectadores. Aunque a su vez, el fondo parece irreal, con esos colores tan llamativos y saturados.
Según avanza la película voy sintiendo como los sonidos cobran vida, se hacen protagonistas. Ahora estoy dentro de la cámara, la imagen se tambalea, casi puedo marearme. No me gusta esa sensación de desequilibrio.
Ahora aparece una imagen familiar, hogareña. Parece que casi podamos sentir las texturas que trasmiten levedad. Parecen tan suaves...
Ahora se escucha cómo mastica el chicle, lo que produce desagrado. Se ve ascender el humo de un cigarro, se pierde en el aire.
Se crean ahora diferentes planos de voz cuando se sienta y lle para los niños. Parece como si las voces no estuvieran en la misma habitación, teniendo unas mucha más presencia que otras. La imagen me provoca frío, debe ser por la oscuridad reinante. La realidad de los sonidos se hace aún más presente, más viva dentro de mi percibir.
Velocidad, me causa ansiedad. De pronto yo también puedo percibir la sensación del metal en la mano, tanto es que me evoca la imagen que se muestra ante mis ojos.
Las imágenes parecen preguntarme ¿qué somos? ¿fantasia, cuento, realidad? solo lo efímero. Que absurdo. Solo aquello que no es palpable.

Bien, una vez narrado este caos de percepciones, me meto con las imágenes no vistas.

SONIDOS ---> IMAGEN MENTAL (el ojo ve) ---> IMAGEN REAL (imagen mental desaparece)

Las imágenes no vistas son aquellas imágenes que se originan dentro de nuestra mente por la experiencia sensorial de alguno de nuestros sentidos distinto a la vista, sobre todo por los sonidos. Es decir, son aquellas imágenes que acuden a nuestra mente sin necesidad de estar viéndolas al escuchar algo. En el momento que vemos con los ojos aquello que produce el sonido y tenemos ante nosotros por tanto la imagen real, la imagen mental desaparece, ya que se vuelve innecesaria.
La película nos presenta multitud de estas imágenes. Podemos imaginar por el sonido la puerta que se abre, la gente hablando. Podemos ver como el protagonista crea para los niños esas imágenes no vistas como son el caballo galopando, el huevo sobre la sartén, la hoguera... Podemos imaginar también un estornudo aunque no aparezca la imagen, también el mar, las olas. Como mastica y rechinan los dientes. Como vibran las cuerdas de la guitarra, como se pelean los niños en la calle.
Luego, cuando el protagonista escucha lo que ha grabado revivimos las imagenes que habiamos visto antes pero que ahora no están y que acuden a nosotros mediante los sonidos. Así se nos aparece la boca de la mujer al cantar, sus pendientes. El sonido de los pajaros, de la fuente, las gruas, las palomas...
"En los días claros, hasta los sonidos brillan"

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